Se disputó
la Supercopa de Europa en el Lerkendal Stadion de Noruega. Fue un partido loco
y agónico donde el Real Madrid volvió a forzar una prórroga en el descuento
para después llevarse el título ante un Sevilla peleón que lo tuvo en su mano
pero acabó perdiendo.
El partido
empezó con un Real Madrid muy pasivo, dejando el balón al Sevilla que tocaba
muy bien pero le faltaba profundidad. El equipo de Zidane tenía menos el balón
pero daba más sensación de peligro. En el minuto 21 Asensio recibió en la
frontal y con un zurdazo a la escuadra puso el 1-0 en el marcador. A pesar del
gol el guion seguía siendo el mismo pero con un Sevilla más incisivo en ataque
buscando el empate. En el minuto 28 Carriço disparó potente desde la frontal y
despejó Kiko Casilla con una buena estirada. Los sevillistas apretaban cada vez
más a una defensa madridista que trabajaba muy bien. En el minuto 41 Vitolo
intentó controlar en el área, se le escapó pero le cayó al Mudo Vázquez que
disparó cruzado poniendo el 1-1 en el electrónico.
Carvajal celebra el gol (Foto: uefa.com) |
En la
segunda mitad todo seguía igual con el Sevilla moviendo bien el balón y con el
Real Madrid esperando atrás intentando realizar ataques rápidos. De nuevo fue
el equipo blanco el que creó primero peligro, en el minuto 55, Asensio se
internó por la izquierda, se la dejó en horizontal a Isco que recortó en el
área y su disparo se fue rozando el poste. Los minutos avanzaban y ninguno de
los dos equipos se decidía a irse claramente arriba. En el minuto 71 Vitolo se
revolvió en el área y Ramos le derribó con una zancadilla, señalando Milorad
Mazic el punto de penalti. Konoplyanka disparó flojo engañando a Kiko Casilla y
poniendo el 1-2 en el marcador. El Sevilla prácticamente ya celebraba el título
cuando, en el minuto 93, Lucas Vázquez se internó en el área, centró al segundo
palo y Ramos cabeceó sólo para poner el 2-2 en el electrónico, forzando así la
prórroga.
El Sevilla
llegó muy justo físicamente a esta prórroga y, para colmo, a los tres minutos
de la prórroga, Kolo recibió la segunda amarilla dejando al conjunto sevillista
con diez jugadores. En el minuto 107 Benzema picó el balón por encima de la
defensa al área donde llegó James para cruzarla de primeras pero despejó con el
pecho Sergio Rico. Tan sólo cuatro minutos después James metió un pase por
encima de la defensa para Lucas Vázquez que disparó cruzado pero despejó Sergio
Rico. Con varios jugadores del Sevilla acalambrados y roto físicamente, el Real
Madrid pegó el arreón final en busca del título y lo logró en el minuto 119
tras una diagonal de Carvajal desde la banda hasta dentro del área que acabó
definiendo con un disparo cruzado, poniendo el 3-2 definitivo en el marcador.
Milorad
Mazic señaló el final del encuentro, el Real Madrid se llevó la primera copa de
la temporada a sus vitrinas ante un Sevilla que tuvo mala suerte y se volvió de
vacío desde Noruega.
El Real Madrid campeón de la Supercopa de Europa (Foto: uefa.com) |
ALINEACIONES
Real Madrid: Kiko Casilla, Marcelo, Ramos, Varane,
Carvajal, Isco (Modric 65´), Casemiro, Kovacic (James 72´), Asensio, Lucas
Vázquez y Morata (Benzema 61´)
Sevilla: Sergio Rico, Kolo, Carriço (Rami
50´), Pareja, Mudo Vázquez, Iborra (Kranevitter 73´), Kiyotake, Vitolo,
N´Zonzi, Mariano y Vietto (Konoplyanka 66´)
AMONESTACIONES
Real Madrid: Vieron la tarjeta amarilla Carvajal,
James y Asensio
Sevilla: Vio la tarjeta amarilla Vitolo. Fue
expulsado por doble amarilla Kolo
GOLES
Real Madrid: Asensio, Ramos y Carvajal
Sevilla: Mudo Vázquez y Konoplyanka (p)
DESTACADOS DEL PARTIDO
MVP: Ramos volvió a dar medio título al
equipo blanco, forzando la prórroga en su minuto de la suerte, en el minuto 93,
además de realizar un buen trabajo en defensa
Vaya Día: Kolo vio dos amarillas y terminó de
enterrar las opciones de su equipo al dejarles con un jugador menos tras ser
expulsado, tampoco estuvo acertado en su trabajo defensivo
Imperial: Mariano hizo un trabajo inconmensurable
en el partido, se recorrió la banda de arriba abajo hasta el último segundo,
sumándose al ataque y ayudando siempre en defensa